lunes, 26 de julio de 2010

No te jarta??

Que pechá...Dios mio...no se le acaban las pilas...me tiene mareá del tó...
Haaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy caballa frehquita, a sinco euro er kiloooooooooooo, haaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy caballa frehquita, a sinco euro er kilooooooooo....
Tú sabes la tortura que es desde las 9 de la mañana...es la una del mediodía....y todavia le quedan caballa frehquita...
Hoy encima toca plancha...ese bicho infernal que bebe agua y lo transforma en un vapor ardiente que te quema hasta las pestañas. Con más valor que el Tato, la miro frente a frente...una cesta con ropa hasta los topes, de la cual he pasado como si no nos conocieramos, haciendome la tonta durante varios días, pero hoy me ha llamado hasta por mi nombre...no me queda otra, hoy toca plancha.
Y levantito en Cádiz. Si levanto una persiana, el bofetón que me llevaré dejará en pañales a Gilda...y encima toca plancha.
No vea de verdad el gachó de la caballa...soy capaz de bajar y comprarle toas las que le queden, pero cállate ya, por tu mare!
Que poco me importaban esas cosas hace años, ni cuenta me daba de que existian. Cuando solo pensaba en que el verano era pa ir a la playa, enamorarme, arañarle al reloj los minutos pa quedarme en mi calle charlando, darle coba a mi madre pa que me dejara volver más tarde...ojú má...que to el mundo se queda...que me voy a tener que venir sola eh?, andaaaaaaaa, venga yaaaaaaa...A veces lo conseguía, otras veces me ganaba tal bocinazo, que ya me daba igual salir, no me iba a enterar de ná.
Veranos en los que soñaba tantas cosas...veranos que tenian un olor especial, olían a los pimientos asados de mi madre, a los caracoles que, pobres, hervian en la megacacerola de la cocina de butano, a las tortillas de patatas, a la casera de naranja...a sal y a limón...Y las noches de verano olían a bajamar...Y hacía tanta calor como ahora, pero no me importaba ná...Tal vez porque la que planchaba era mi madre...
Y tambien cantaban en las esquinas los vendedores de pescaito...pero no me importaba ná.
Y los anuncios de la tele en verano...las niñas del copertone, ese negro de ojos saltones del helado negrito...los recuerdas?? El frigodedo...ven, ven...y el frigopie. Aun no era un crimen anunciar tabaco y alcohol...como me gustaban los jinetes del Marlboro!! Ay, ay, ay....dicen que cualquier tiempo pasado fué mejor...no lo creo, pero los recuerdos que te deja perviven contigo el resto de tu vida.
Soy la niña que lloraba con Candy, Candy. La que también se enamoró de Javi de Verano Azul, quien me iba a decir a mi que al cabo de los años le conocería en persona...uf, me hubiese dado un síncope. Soy la niña que se peleaba con su hermano porque me obligaba a ver Spiderman, mientras mi madre me hacia merendar un yogur de fresa Danone (los aborrecí). He tenido gargajillos rosas pa ir a la playa, y pegotes de crema Nivea en mi nariz. Me he llenado los pies de alquitrán al laito de la piedra barco y aún oigo a mi madre gritando: niñaaaaaaaaaaaaa tehquiere salí ya del agua, hiha...mirala como un garbansito toa arrugá. Jugar a la loteria hasta las tantas, matando mosquitos que te ponian la cara como una torta de Inés Rosales.
Tantos y tantos recuerdos...que han vuelto a mi cabeza por "culpa" del de la caballa frehquita.
Voy a bajar y le voy a preguntar: no te jarta???. Le voy a comprar toas las caballas pa que el hombre se vaya ya pa su casa, que no vea el lorenzo que se esta tragando, y le voy a dar las gracias, porque por unos momentos he vuelto a tener 8 años.

sábado, 24 de julio de 2010

Por todo eso...

Por ayudarme a ver la vida de otra manera. Por hacerme tan feliz. Por darme lo que nadie jamás pudo darme. Por enseñarme a leer en vuestros ojos. Por demostrarme sentimientos puros, hermosos, sin maldad, sin nada a cambio...Por hacerme reir. Por hacerme llorar. Por llevaros un trozo de mi alma cuando os fuisteis. Por remendarmela cuando llegasteis. Por vuestra maravillosa compañia. Por el calor de esos besos y esas caricias. Por esperarme...siempre, por quererme...siempre, por perdonarme...siempre.
Por que el regalo más maravilloso que teneis para dar sois vosotros mismos. Por entregar vuestras vidas a quien está a vuestro lado, aunque sea un autentico hijo de puta, y de las manos que esperais caricias solo recibais dolor. Por ser unos seres tan extremadamente maravillosos, sensibles, vulnerables...Porque no se entender la vida sin vosotros. Aunque me hagais sufrir...os amo con toda mi alma.
No se si nací de esta manera, con este sentimiento...pero no recuerdo un día de mi vida en el que un animal no haya estado presente (y me refiero a los de cuatro patas). La primera vez que lloré de alegría...tenía 9 años...y me hicieron el regalo más importante de mi niñez...un cachorro, negro como el ala de un cuervo, al que consideré desde ese momento como el tesoro más preciado. Me parecieron cortos los 12 años que duró su vida, y si su partida fué dolorosa aún lo fué más su ausencia. No quería vivir sin uno de ellos. Y llegó él. Esa bola color whisky, con la barriga gorda como un tambor, el perro más maravilloso que jamás pude tener, el que terminó de enseñarme el amor verdadero, puro, limpio, infinito...Nadie rió conmigo como tú lo hiciste, nadie lloró conmigo como tú lo hiciste, a nadie amaré de la manera que te amé a ti, porque nadie jamás me dará lo que me diste tú...y te marchaste...tras 14 años demostrandome lo maravilloso de tus sentimientos...te marchaste...sin ruido, sin quejarte, mirandome como siempre lo habias hecho, sintiendome como siempre lo habias hecho...en mis brazos...pero llevandote un trozo de mi alma, llevandote todo el amor que fuí capaz de darte. Vacio. Vacio. Vacio. Asi dejaste todo...vacio.
Nunca. Nunca jamás voy a olvidarte. Seguirás vivo mientras yo esté viva y tu recuerdo llenará mi corazón todos los días, porque te sigo necesitando como antes, te sigo queriendo como antes...y el dolor por no tenerte no remite. No se que daría por volverte a ver, por volverte a acariciar, por sentir el calor de tu compañia, porque estuvieras conmigo...no sabes cuanto te echo de menos...
Pero fuiste generoso hasta en tu último momento, fuiste generoso porque con tu muerte le diste la vida a otro ser maravilloso con el que ahora comparto mi vida. Esa pequeñaja, a la que un malnacido le partió el alma, me vuelve a enseñar todos los días algo nuevo, algo distinto...No se su pasado, pero lo adivino en sus ojos. Le dediqué mi tiempo, mis noches y mis dias, pensando que jamás saldría de la oscuridad en la que la bestia humana la habia hundido...pero lo conseguí. Y un día la vi sonreir. Porque ellos tambien sonrien. Y lloré. Como lloras cuando consigues una meta tras un duro esfuerzo. Como lloras cuando ves que has conseguido algo por lo que luchaste incansablemente. Como lloras cuando le devuelves la vida a un ser vivo, porque eso hicimos, le devolvimos la vida. Y ahora su agradecimiento es infinito. Ningun ser humano sabemos agradecer asi las cosas. Ningun ser humano tiene la suerte de sentir como un perro. No lo merecemos.
Por todo eso...por tantas cosas...os amo. Y os amaré siempre. Gracias por hacerme la vida mejor, por enseñarme tanto, por quererme tanto...gracias.
Y no escucheis lo que dicen los que no os respetan...no merece la pena, bastante tienen con no tener la capacidad de amaros. Como lei una vez...hasta que no se ama a un animal, una parte de tu alma está dormida. Que duerman. Que duerman. Si no quieren amaros...que sigan durmiendo.
Algún día volveré a veros. Lo sé. Como volveré a ver a todos mis muertos. Y volveré a abrazaros como lo hice.
Esperadme en el arcoiris, para cuando me toque cruzarlo, pueda hacerlo con vuestra compañia.

miércoles, 21 de julio de 2010

A un amigo

Ahora, frente al ordenador...no se que decir. Porque quisiera que el ordenador tuviese una cara, y unas manos, y unos ojos a los que mirar. Pero solo tiene una pantalla (que por su culpa mi hipermetropía avanza a pasos agigantados), y unas teclas que mis dedos pulsan según pienso las palabras, automaticamente...(benditas clases de mecanografía).
Pero no tiene unos ojos a los que mirar y tal vez por eso...no se que decir.
Porque no estás tú, para hablarte, para que me escuches, para compartir contigo lo que pienso, lo que siento, lo que tengo...
Y hoy quisiera hablar, pero no estás. No hay nadie. Vacío. Solo. Desierto.
Y mis pensamientos van y vienen, aparecen y desaparecen...se esfuman como el humo del tabaco, se mezclan con la leve brisa nocturna que entra por mi ventana, brisa que me está enfriando la piel, pero no el corazón.
Y tal vez por eso no se que decir.
O tal vez...sí.
Hay una silla vacía a mi lado. Y me gustaría llenarla contigo. Y ahora que lo único que escucho es el canto incansable de un grillo y el maullido de una gata en celo, ahora...quisiera hablarte. Que nuestras voces se mezclaran con el grillo y con la gata, que enfriara tambien tu piel la leve brisa que entra por mi ventana, pero que mis pensamientos no se esfumaran como humo de tabaco...que se quedaran en tus oídos...para siempre.
Pero no estás...para poder hablarte...amigo.

domingo, 11 de julio de 2010

Fútbol

Bueno...al fin terminó el Mundial!!! Enhorabuena a los ganadores. Entiendo poco (mejor dicho, nada) de futbol, pero los muchachos se lo han ganao, tampoco soy tan torpe como para no reconocerlo. Ahora que lo celebren como quieran, con quien quieran y donde quieran...pero por favor...basta de bocinazos, gritos, golpes...Dios! que ruido más infernal...son la una y diez de la madrugada y esto es increible, no hay quien pegue un ojito. No dejo de entenderlo, de acuerdo...España es así, pero solo es así para algunas cosas y es lo que me da rabia.
Ahora todos somos españoles, todos llevamos la bandera, colgada de balcones y ventanas, en camisetas, en pañuelos, en bufandas (incluso con 35 grados), coches-discoteca con la pesadilla de Shakira balando la cancioncita manida y trillada. En cualquier otro momento casi que nos da vergüenza lucir los colores de nuestro país, pero hoy es diferente...hoy España "isdiferen".
Lo dicho, no dejo de entenderlo, ni de reconocer que es algo histórico (futbolísticamente hablando), que se lo han currao, que se lo han ganao, que to mu bien, mu fantástico...pero...quisiera dormir...un poco...
Que sí...que yo también he visto el partido. Y tengo que reconocer que incluso me han puesto nerviosa, que me alegro que hayan ganado, pero...quisiera dormir...un poco...
Viendo el partido no he podido evitar que se me vinieran a la cabeza algunos pensamientos sobre el ser humano, al ver sus caras, sus gestos...he visto algo ancestral, primitivo, en ellos. Algo animal. Lo que en realidad somos.
El hombre necesita reafirmarse sobre los demás semejantes, es puro instinto. Necesita demostrar que es el más fuerte, el más hábil, el mejor guerrero, aunque sea delante de una pelota. Necesita rivales con los que medir sus fuerzas. Me imaginaba el campo de fútbol como un campo de batalla. En lugar de espadas y armaduras, camisetas de colores y un balón, pero al fin y al cabo una lucha. Me sorprende el gesto del ganador, desencajando la mandíbula, desfigurando el rostro, grítando a pleno pulmón, mientras se revuelca por el césped poseído por la satisfacción de ser el mejor. Y no dejo de entenderlo.
Igual que pelean los ciervos, frente a la hembra en celo, destrozando su cornamenta para ganar sus favores...igual que los perros enseñan sus colmillos, frunciendo su ceño y gruñendo, igual que el toro embiste para defenderse...instintos básicos y ancestrales de supervivencia y procreación; el hombre, como especie animal que es, no puede negar estos instintos y necesita reafirmarse en ellos. Son los que realmente le dan satisfacción, los que calman su sed de fuerza, de poder, de valor. Con los que se siente ya no hombre sino macho. Y busca siempre, mil y una maneras, de dar rienda suelta a estos instintos, de calmarlos, de satisfacerlos (menos mal que inventó el deporte!!).
Lo he oído muchas veces, que ir al fútbol y gritar, insultar y quedarte afónico por ello...relaja. Menos mal.
Será porque soy mujer. Será porque mis instintos son otros. Será porque no me gusta el fútbol.
Pero comprendo al hombre. El mundo que hemos hecho entre todos nos reprime lo básico. Y lo básico es lo que más necesitamos.
Y confieso que me gustan...los instintos, digo. Me gusta el hombre que lucha, que usa su fuerza y por supuesto, tambien su inteligencia. Porque mis instintos también me dominan de vez en cuando. Y depende de mi ciclo hormonal así me llama más la atención un tipo de hombre u otro. Si mi ovulación está en marcha, no podré resistirme a la búsqueda de un macho fuerte y poderoso; si mi ciclo está en calma, no soportaré a un hombre rudo y buscaré ternura y calidez, protección. A veces soy una mujer y otras simplemente una hembra, y no pienso negarme ninguna de las dos posturas, porque las dos forman parte de mi. Y de las dos disfruto.
En fin...ahora parece que todo está un poquito más calmado...voy a intentar dormir un poco, la falta de sueño me hace pensar tonterias como las de los renglones más arriba.
Que el fútbol siga siendo lo que Marx dijo de la religión (otro día, con menos sueño, hablamos de ella).
Necesitamos mucho opio para no pensar en todo lo demás.

Lo correcto

Un millón de cosas de las que hablar...y otro millón por las que callar. Supongo que nos pasa a todos. Me gustaría conocer a alguien, aunque fuera solo una persona, que actuara siempre (y digo, siempre) conforme a sus ideas; que fueran, siempre, sus actos coherentes con sus pensamientos, que jamás cometiera un error, que jamás una palabra o un acto fueran contrarios a lo políticamente correcto.
Yo, desde luego, no soy esa persona. Por eso se me ocurren diariamente un millón de cosas de las que hablar y luego pienso en el otro millón de las que tengo porque callar.
Pero no voy a flagelarme, ni a castigarme cerrando mi boca, ni a esconderme en el rincón más apartado de mi casa a purgar mis culpas, mis pecados y mis errores. Porque solo soy una más. Una persona más. LLena de defectos y con muy poquitas virtudes, pero al fin y al cabo...solo una persona.
Y necesito equivocarme, para seguir aprendiendo. Y a veces, necesito acertar, para sentir que hago algo bien. Y necesito arrepentirme...y volver a equivocarme. Porque todos los errores de mi vida, son eso...al fin y al cabo...mi vida. Algunos tienen nombre de persona, otros son simplemente errores, otros se convirtieron en aciertos con el paso del tiempo...
A veces acerté. Acerté en cosas que me hicieron realmente feliz. Algunas siguen conmigo...otras, las perdí por el camino, casi sin darme cuenta, como el que pierde un paraguas en un autobús y solo se da cuenta cuando comienza a llover.
Pero quiero seguir hablando. Aunque no compartas mis ideas, aunque no entiendas mis razones. Y quiero seguir buscando. Aunque ni yo misma sepa lo que busco.
Aún no se lo que quiero pero sí he sabido lo que no quiero. Mis entrañas siempre han sido un volcán en erupción aunque mi apariencia distara kilometros luz de ese sentimiento. Porque siempre intenté controlarlo. Porque siempre intenté ser lo que querian que fuera, porque me dió pánico desnudar el alma y sentirme vulnerable, porque guardé toda esa ardiente lava solo para muy pocos momentos, momentos en los que mi ira, deseo, amor, odio...hicieron que la despidiera por cada poro de mi cuerpo.
Y me gustaría tanto expulsarla entera! Porque quema...y quema mucho. Y al expulsarla me sentiría libre, me sentiría aún más viva...
Pero no es lo correcto. No, no lo es. Asi que seguirá quemándome. Seguirá ardiendo en el rincón de mi alma, al que nadie puede acceder. Porque la lava se extiende, porque arrasa a su paso, porque destruye por donde pasa, porque sepulta cuando enfria, porque no es lo correcto.
Seguiré pensando que tengo un millón de cosas por las que callar, pero seguiré hablando de un millón de cosas más. Porque tú tampoco eres perfecto, o sí?

lunes, 5 de julio de 2010

Sangre y lágrimas

Hoy he vuelto a darme cuenta de porqué dejé de comer carne; claro está que por mis sentimientos hacia los animales y sobre todo gracias a Dani, que me hizo abrir los ojos ante tanta barbarie y abuso (sabes que nunca te lo agradeceré lo suficiente). Al subir esta mañana a casa, justo abajo hay un supermercado, y llegué en el momento en que estaban descargando los cadáveres. Hace tiempo hubiera sentido la misma repulsión que he sentido hoy, pero tal vez hubiese pasado más indiferente...esta mañana, no. El camión, abierta sus puertas de par en par, dejaba ver a todo el que quisiera mirar, al menos diez cadáveres colgando de cadenas de hierro ensangrentadas. Dos hombres, con batas, que en algún momento fueron blancas, cargaban sobre sus espaldas, uno tras otro, los cuerpos despedazados de unos desgraciados a los que solo miran como eso...trozos de carne descuartizados. El olor a muerte inundó entera la calle y los regueros de sangre dejaron su rastro hasta la puerta del supermercado.
Pensar que nacieron para eso es una bestialidad, pensar que el destino de esos animales es terminar en tu plato también lo es, y no porque a su muerte sea así, si no porque la duración de su vida es mucho más dolorosa que la misma muerte.
Nacer para vivir sin ver la luz del sol, sin poder dar movimiento a ninguno de sus miembros, para no respirar nunca aire limpio, para ser siempre un vientre con hijos que correran su mismo destino, para estar hacinado en lugares más pequeños que su propio volumen, y tener constantemente una máquina que oprima sus mamas, noche y día, hasta infectarlas y pudrirlas. Para parir hijos, en ese mismo hacinamiento, enfermos y deformes gracias a la cantidad de medicamentos (que permanecen en la carne) que hacen que su cuerpo acelere cualquier proceso natural...campos de exterminio, en los cuales, cuando llega la hora y una cadena enlaza su cuello... Colgados de un gancho, con un tajo en su garganta, desangrandose (esa sangre será la buena para hacer morcillas) revolviendose, intentando liberarse del dolor y de la muerte, ante la quieta mirada de un matarife, hasta agotar el último aliento de su desgraciada vida.
Eso es lo que yo ví esta mañana...Vidas que alguien decidió que vivieran así, vidas a las que nadie dió una muerte digna e indolora, vidas que fueron un sacrificio constante,y yo fuí complice silencioso, durante muchos años, de esa masacre y crueldad. Por eso, Dani, jamás mi agradecimiento será del tamaño de mi arrepentimiento.
Cuantas cosas hacemos y dejamos de hacer por ignorancia, por desconocimiento, por indiferencia, por comodidad, por placer...
Ahora puedo mirarles y solamente ver una vida, puedo mirarles y ver la nobleza y la inocencia en sus ojos.
Existen dos cosas que ojalá nunca me permita volver a hacer, mojar mi pan en la sangre de los animales y enriquecerme con las lágrimas de mis semejantes.
Solo es un modo de vida, un modo de sentirme un poco más en paz.

jueves, 1 de julio de 2010

Para ellos

Para los que fuistes, sois y sereis parte mi vida. Para los que me hicisteis reir, llorar, desear, odiar, amar...para todos vosotros...Para los que de un modo u otro dais sentido a mi vida, llena de recuerdos y sentimientos, por los que soy lo que soy y como soy.
A todos vosotros quiero pediros a algunos mi perdón, a otros darle la gracias, a otros olvidarlos para siempre y a unos pocos amaros eternamente.
Mi perdón a aquellos a los que fallé, a los que mi debilidad y miseria humanas les hizo daño; a los que nunca les dí lo que esperaban de mi o decepcioné por mil y un motivos, a los que perdí en el camino y no supe ver ni escuchar. Cierto es que si esto pasó...yo fuí la que más perdí.
Gracias a los que siempre estais, a los que diga lo que diga y haga lo que haga, ven por encima de todo el amor que os tengo. Gracias por entenderme, apoyarme, escucharme y amarme de esa manera tan especial en que lo haceis.
Olvidaros a todos vosotros que me hicisteis tanto daño, que convertisteis mi vida en un infierno, que me hicisteis tanto llorar y a los que no les importé ni un solo segundo.
Amaros eternamente y por siempre jamás a todos y cada uno de vosotros que me habeis dado felicidad de una u otra forma, aunque solo sea por un solo momento de mi vida. Vosotros sereis los inolvidables para mi. Los que tornasteis el frio en calor, la soledad en compañía, el vacío en plenitud, y llenasteis mi vida de maravillosos recuerdos a los que recurro cuando, de vez en cuando, solo veo extraños que me hacen sentir aparte. Volveis a mi lado y todo se vuelve distinto. Y puedo oler, sentir y tocar...como entonces...
Yo tambien habré sido un poco de todo eso para ellos, por lo tanto si alguien necesita mi perdón...lo tiene. Si alguien quiere darme las gracias...las acepto. Si alguien quiere olvidarme...que lo haga cuanto antes. Y si alguien quiere amarme eternamente...será lo más hermoso que pueda hacer por mi.

La barca

Existió una vez una barca que navegaba en medio del mar. El marinero que iba en ella se encontraba muy solo, miraba a su alrededor intentando buscar con sus ojos una isla donde descansar.
Días y días navegó entre la incertidumbre de la soledad, no tenía a quien entregar sus besos y sus manos solo acariciaban la vieja madera gastada de su barca.
A veces, escondiendo su rostro entre sus manos, intentaba olvidar y expulsar su ira en lágrimas; cuando separaba las manos de su cara, las dejaba caer entre las cuerdas de la barca y aguardaba a que el sol secase su llanto. Intentaba sostener la esperanza en su corazón, deseaba soñar, mientras la barca se mecía y el sol quemaba su piel.
Un día se paró a pensar: qué haría si encontrase una isla? Tendría que abandonar su barca, la quería, pero no podía quedarse ni sobrevivir en ella. Tenía que comprender que la vida pasaría por su lado y no le esperaría. Había más razones por las que vivir.
Volvió a navegar entre tinieblas; las noches frías herían su alma cada vez más intensamente.
Un amanecer, cuando la primera caricia del sol le aviso de que un nuevo día había nacido, divisó a lo lejos la isla deseada.
LLoró y miró a su barca.
Decidió quedarse en ella y con esa decisión renunció a la vida.
Cada día la barca se acercaba más a la isla, el marinero no podía hacer nada para deternerla. Su barca no quería verle morir, quería llevarle a la isla y que él liberase su alma.
Cuando por fin tocó la arena, pensó que era lo que tanto había soñado y necesitaba, pero estaba encadenado al recuerdo de su barca...sintió algo especial al pisar la dorada arena, sintió vida y ganas de vivir...pero su barca....
Pensó que tal vez podría atracarla, que en la isla estaría su cuerpo pero que en su barca estaría su corazón y su alma...ahora que la había hallado, no quería perderla...
Quizás no le encuentres sentido a esta historia, pero algún día tal vez tú te sientas marinero con barca pero sin isla. Quizás el mar no sea tan grande y tu isla esté muy cerca...solo hace falta que abras los ojos...

Hace tiempo, mucho tiempo que escribí esto...aún sigue teniendo sentido para mí.