miércoles, 21 de septiembre de 2011

Una canción.

Me prometí que quedaría guardada, allí donde estaba, en un cajón junto a mi cama...que aunque cada noche, al ir a dormir, la escuchara en silencio y me hiciera volar...no volvería a salir de ese cajón. La condené allí para siempre, siendo inocente. Pero hoy...esta noche...se ha escapado...entre mis manos, entre mis piernas, entre mis lágrimas y entre mis recuerdos...y ha vuelto a sonar, clavándome todas y cada una de sus notas, como dulces agujas en todos y cada uno de mis sentimientos.
He intentado escapar de ella...he corrido tanto como me han permitido mis pies...pero ella ha sido más rápida que yo y me ha alcanzado, atrapándome tan fuerte...tan fuerte como la primera vez.
He intentado huir...lo juro...lo he intentado...pero ha sido en vano.
Ha sido igual que una droga, en la cual juré no volver a caer...pero sus brazos han sido tan cálidos...y yo tenía tanto frío...
Ahora me está abrazando, y solo puedo dejarme querer...ahora me doy cuenta de cuanto la necesito, aunque me esté haciendo llorar, sabía que lo haría...pero este dolor no hace el mismo daño...hace más, y aún la necesito porque con ella viajo, viajo lejos...al sitio donde quiero estar, donde necesito estar, lejos de aquí.
Y en su melodía lenta y suave, bailan recuerdos que vuelven a estar vivos en cada nota. Cierro los ojos y vuelvo...vuelvo al lugar donde se quedó, al lugar donde nació, al momento que acompañó...Es solo una canción. Solo una canción...solo notas...solo una voz. Y si es solo eso...porqué me hace volver a sentir? Porqué me hace ver las cosas que vi? Porqué ahora es igual que fué? Porqué máldita razón llegué tarde?
Ahora solo la tengo a ella. Clavándome sus notas, una por una, como dulces agujas. Bailando en mis oidos, tan lento y suave como bailé con ella...elevando mis pies muy por encima del suelo, tan alto como solo puede hacerlo quien sueña, quien siente, quien ama...casi cerca del cielo...
Y no se si esta noche quiero encerrarla otra vez en el cajón junto a mi cama. Ahora que suena libre, ahora que me está dando lo que necesito, ahora que me ha dado alas...Asi que haré lo que dice: "por esta noche...se quedará aqui conmigo...por esta noche...dormirá aqui conmigo...pero cuando el sol me golpee los ojos tras el cristal...no habrá nada que pueda hacer".

viernes, 16 de septiembre de 2011

Rojo sobre negro

Cuando no tengáis a quien atormentar, a quien sacrificar, a quien torturar, a quien asesinar...Cuando vuestros crimenes sean castigados. Cuando tengáis que pagar cada gota de sangre que habéis derramado, cada lágrima que habéis hecho derramar...Cuando vuestras asquerosas mentes y manos estén atadas por la ley. Cuando alguien pueda frenar vuestra sed de sangre...Qué haréis?...Dónde vais a demostrar vuestra "hombría"?...A quién ejecutaréis para demostrar que sois más fuertes? Porque más inteligentes ya habéis demostrado que no sois.
Un hombre inteligente no necesita demostrarlo, no necesita matar, no necesita ver sufrir a otro ser para sentir que es mejor. Un hombre no es más hombre por nada de eso. Un hombre es hombre por otras muchas cosas...todas las que os faltan.
La sed de sangre y violencia solo demuestra la inferioridad de la que hacéis gala. Tal vez por todo aquello que os falta, por todo aquello de lo que careceis...no encontráis otro camino para parecer "valientes" delante de una panda de tarados que piensan igual. Que elevan a la categoría de "héroe" a un cobarde.
Cobarde...eso es lo que solo veo yo. Cobardes...escóndidos tras un ridiculo disfraz. Tras una imagen de tradición y fiesta. Amparados tras la "ley del embudo". Ignorantes sobre lo más básico del ser humano. Hombres equiparados, ya no a animales, sino a bestias.
Matar para demostrar...qué? Miles de personas gritan, a una sola voz, lo que vuestros torpes oidos no quieren oir.
La maldad humana elevada al máximo exponente. La cobardía más extrema...la vergüenza de pertenecer a la misma raza que vosotros.
Tal vez, mis ojos no vean el fin de todo esto...pero el fin llegará. Y deberéis encauzar vuestro odio en otro camino. Quizás con vuestro vecino, con vuestra mujer, con vuestros padres...o en el peor de los casos...con vuestros hijos. Y porqué no lo hacéis con vosotros mismos? Porqué no os envenenáis con vuestra propia maldad?
Porque estáis malditos. Porque tenéis la oportunidad de elegir...y lo haceis, eligiendo la tortura y la muerte...y eso solo tiene un nombre.
Solo quiero que vuestro sueño...siga siendo negro. Vuestras vidas...sigan siendo negras. Vuestros sentimientos...sigan siendo negros. Vuestras ilusiones...negras. Vuestra sangre...negra.Y que eso sea vuestra condena. Y que el color negro esté siempre presente en todos y cada uno de los días que viváis. Negro como el ser al que quitaís la vida con la mayor cobardía de la puede un ser humano ser capaz.
A veces solo hace falta esperar...a pesar de todas las vidas truncadas en el camino.
Que todo esto acabe es cuestión de tiempo...y algún día ya nadie volverá a ver...rojo sobre negro.