martes, 30 de noviembre de 2010

Nirvana

Hace poco tiempo escribí una entrada titulada "Averno". Esta noche creo que es momento de mirar el otro lado de la vida, el lado positivo, el que nos da fuerzas para seguir hacia adelante, el que nos hace sonreir y reir...
Como una moneda con sus dos caras, asi es siempre la vida. Lanzarla al aire, verla como revolotea en el espacio, casi éterea, y luego caer...y a ver que me toca!!!
Muchas veces he lanzado la moneda y muchas veces, la fortuna, caprichosa siempre, se ha puesto de mi lado.
Lancé la moneda y gané...cuando te conocí. El mayor premio que me ha dado la vida. El mayor regalo...
Y así pude tocar el cielo. No porque mis brazos fueran tan largos como para alcanzarlo, sino porque tú me lo bajaste y lo pusiste sobre mis rodillas. Me hiciste vivir momentos tan hermosos que solo por ellos, mi vida mereció la pena.
Sentí que si mi corazón te amaba un poco más...reventaría. Sentí que ya nada podría hacerme más feliz...
Y fuiste mi cielo, mi tierra, mi aire, mi fuego, mi mar...tu voz música en mis oidos, tus abrazos calor para soportar cualquier invierno, tus besos mi alimento, tus manos mi fuerza, tu cuerpo mi refugio, tus ojos mi luz...
Y cuando miro a mi lado y veo que aún estás ahi...sigo estando en el cielo. Eres mi paz. Mi equilibrio. Mi conciencia. Mi locura...
Y tal vez yo no fuí lo que tú esperabas...pérdoname. Pérdoname por lo que haya podido hacer mal, que seguro han sido mil cosas...pero sobre todas ellas...TE AMO.
Ninguna de esas cosas han valido la pena...ninguna. Solo vales la pena TU.
No podré borrar mis errores...pero si podré intentar no volver a cometerlos.
Porque no habrá nada, nada en este mundo que me importe más que tú.
Por favor, sigue siendo mi guía...siempre. El faro que me alumbra en esta oscuridad. El amanecer que necesito tras esta larga noche. El calor que me devuelve la vida cuando el frio cala mis huesos. La calma que necesito. La balanza que me equilibra. El peso para que mis pies no se eleven tan alto...el amor que alimenta mi alma.
Por favor, sigue siendo mi compañero...siempre. Aunque a veces no te merezca. Aunque a veces creas que no te amo. Aunque a veces me sientas distante. Aunque a veces quiera estar sola...jamás lo estaré, jamás...
Ahora lo sé.
Lavaré mi alma con el agua del arrepentimiento, por los momentos en los que no estuve contigo, por los momentos en los que no te merecí, por los momentos...
Créeme, mi vida, cuando te digo que te amo. Ninguno de mis besos estuvo vacío...ni lo estarán.
Y aunque a veces en nuestro jardín no florezcan las rosas...yo las volveré a plantar.
Y aunque a veces nos asfixiemos...yo abriré las ventanas de par en par para renovar el aire.
Y aunque a veces las heridas duelan mucho...yo las lameré hasta sanarlas.
Pero...quiero estar siempre a tu lado... que la vida, sin ti, es vacio.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Intenta cambiar...por un momento...

La huida por lucha.
El "yo" por el "ellos".
El "mio" por el "nuestro".
Tu sueño por la realidad.
Tu casa caliente por la fría calle.
Tu mundo por el suyo.
Tu ropa por la desnudez.
Tu maquillaje por un rostro limpio.
Tu estómago lleno, por el hambre.
Tu compañía por soledad.
Tu exceso por la nada.
Tus zapatos por unos pies desnudos.
Tu techo por el cielo.
El egoísmo por la compasión.
Tus palabras por actos.
Tus manos por caricias.
Tus sobras por su alimento.
Tus quejas por su sonrisa.
Intenta cambiar...por un momento...tu vida por la suya, tu felicidad por su dolor, tu risa por su llanto...
Parte tu manta en dos. Raciona tu plato en dos. Abre tu puerta de par en par, no mires quien llama...solo déjala abierta, quien entre te necesita.
Intenta cambiar...por un momento...lo tuyo por lo de ellos.
Mira hacia el lado frio, oscuro, triste...que no quieras mirar no significa que no exista.
Tu plenitud por su vacio.
Tu cuchara por sus manos.
Tu copa por su sed.
Tu mesa por su suelo.
Tu suerte por su desgracia.
Tú por él. Nosotros por ellos.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Pensar en lo que sientes...sentir lo que piensas...

Te tomo prestadas tus palabras, querido y reencontrado amigo, y te contesto desde mi pequeña atalaya, desde éste rinconcito que a veces odio y amo al mismo tiempo.
Porque no soy persona de expresarme con una sola palabra, porque quiero decir mucho y a veces no digo nada...pero aún así, aunque a veces enrede más que aclare, quiero hablarte.
Siempre he recordado aquellos años. Aquellos momentos en los que hablabamos, en los que reíamos y en los que compartíamos cosas que para mí fueron importantes, muy importantes y quedaron para siempre en el altillo de mis recuerdos, guardadas, para cuando las necesitara. Y las necesito más de una vez. Y cojo la escalera que me ayuda a elevarme y llegar hasta ese altillo, y abro la caja de la memoria y entre todas las cosas que encuentro, estas tú.
Y te recuerdo así, tal y como eras, tal y como veo que sigues siendo. Sigues teniendo todo lo que tenías cuando eramos casi unos niños, todo...más lo que te han ido dando los años. Han ido enriqueciendo tu vida, dándote y quitándote, cal y arena. Tú vida, la mía, y no dudo que las de todos los demás. Habrás visto, oido y sentido. Habrás experimentado cosas que no entraban en tus planes, igual que yo...igual que todos. Pero tú las ves, tal vez, de otra manera. Las cosas que te ocurren no pasan y ya está. Se quedan contigo, y a veces eso es un lastre muy pesado, muy pesado...pero si sabes sacarle partido, ese lastre se convierte en sabiduría, en experiencia, da forma a tus sentimientos y a tu manera de ser, y estoy segura de que tú sabrás como aprovecharlos al máximo.
No cambies lo hermoso que hay en tí...poténcialo. No olvides a quien te hizo daño...pérdonalo. Jamás borres de tu vida a quien te amó...
Todos y cada uno de los que forman parte de nuestras vidas, por corto o largo tiempo, todos...tienen algo que enseñarnos, que ofrecernos, que darnos o tal vez que quitarnos...pero todos tienen un sentido.
No te obligues a cambiar...ya no serás tú. Porque uno no cambia cuando quiere. Cuando uno se da cuenta, ya el cambio se ha producido, y no puedes volver el tiempo atrás; pero tu esencia se mantiene intacta, entera, pura...
Los años transcurren algunos buenos, otros no tanto, pero todos y cada uno de ellos enriquecen esa esencia. Todo es cíclico, y muchas cosas vuelven cuando menos nos las esperamos.
Nada está perdido de antemano. No es la actitud. Yo pienso tambien en lo que siento. Y siento lo que pienso. No somos tan distintos. Pero no me quiero privar de ninguna de las dos posturas. Porque pensar en lo que siento me ayuda a comprender muchas cosas. Y sentir lo que pienso me ayuda a seguir luchando.
Aparta lo que no te de. Y agarra fuerte lo que te sume. Y sigue siempre sumando. Tú sabrás como hacerlo.
Y sigue siendo tú, siempre tú...para todo el que te necesite, para todo el que te reclame, para todo el que quiera dejar abierta sus puertas para invitarte a entrar. Porque todo lo que eres le hace falta a alguien, mucha falta. Aunque no sepas quien, ni donde, ni cuando...pero haces falta. Y en cualquier momento sabrás a quien, en donde y cuando te necesitan, y tendrás que ser tú. Sólo tú.
Y a los que dañan, con actos o con palabras, ténles lástima...es lo único que merecen. A los que se creen en posesión de la verdad, a los "ombligos del mundo", a los "yo y solo yo", a los que racionan su amor y su compasión...a los que reducen el mundo a "su mundo"...ayúdales a abrir sus ojos, a comprender que el amor es la única fuente inagotable que poseemos y que por más que den, el corazón nunca se queda vacío.
Querido y reencontrado amigo, no tomes esto como consejo, porque no me gusta darlos, porque cada uno es libre de pensar y decir lo que quiera, y yo soy la menos indicada para aconsejar. Piensa que todo esto lo hemos hablado con un café por delante, un café bien caliente y humeante, en la última mesa de un bar...donde solo se pueden hablar estas cosas...dichas por dos paranoicos...
Querido y reencontrado amigo...siempre...besos y abrazos!

domingo, 21 de noviembre de 2010

Pérdoname...

Esos ojos me acompañaran el resto de mi vida. Nada ni nadie hará que los olvide.
Esa mirada me torturará hasta mi último día, porque no pude salvarte, porque quedaste atrás, porque no sé si estarás vivo...porque mi vida, nuestras vidas y la de todos los que venían detrás...valían más que la tuya???
Estabas ahí, solo, asustado, muerto de sed y de frio, el saco de huesos que era tu cuerpo temblaba al paso de tantas luces...y ninguna era tu luz, ninguna fuímos tu luz.
Y no sé si escuchaste mi voz. Por un momento creí que tus ojos y los mios, por una décima de segundo, se cruzaron y entendiste lo que te gritaban. Te gritaban PERDÓN.
Pérdoname por no haberte podido sacar de alli. Pérdoname. Pérdoname...
Y pedí ayuda para ti. Pero jamás sabré si esa ayuda ni siquiera llegó.
Y volví a buscarte. Y te busqué. Y no pude encontrarte.
Y no sé donde estás. Y me perdí todo lo que tú me podías haber dado. Me perdí tu mirada tranquila. Me perdí tu cariño sincero y eterno. Me perdí tu calor en las noches y tus suaves amaneceres. Me perdí cambiar esos ojos tristes por sonrisas y no pude saciar ni la sed de tu cuerpo ni la de tu alma, y todo eso tortura la mía.
Porque tenía tanto para darte...podía haberte hecho tan feliz...podía haberte hecho olvidar todo lo que tiñó tus ojos tristes...
Tal vez jamás fuiste nada para nadie, pero para mi siempre serás tú.
Tal vez tus huesos hayan ido a parar rotos y sin vida a la cuneta. Tal vez recuerdes también mi mirada como yo la tuya...y ruego que, si has muerto, ello te haya dado algún consuelo en tu último aliento.
Que ésta culpa me acompañará toda la vida, ya lo sé. Que tal vez hayas tenido mejor suerte de la que presiento, ojalá. Pero tus ojos...
Aquella criatura, indefensa, asustada...abandonada a un lado de la carretera...y mis manos no pudieron llegar a ella, y no pude abrazarla, consolarla, alimentarla, quererla, ayudarla, amarla...salvarla...no pude...no pude...
Porque mi vida, nuestras vidas y las de todos los que venían detrás...valían más???
Seguro???

martes, 16 de noviembre de 2010

Mi lado de la cama.

A veces tan frío y a veces tan cálido. Nido de risas y de llantos. Cómplice secreto de mis sueños, de mis ganas, de mis amores y mis odios, de mi esperanza y de mi derrota.
Compañero nocturno de mis inquietudes. Amigo leal ante mi desconsuelo. Perfecto oyente, silencioso y paciente, de mis planes y proyectos. Eterno hombro donde apoyar mi cabeza...siempre presente, siempre dispuesto.
Mi refugio. Mi pedacito de mundo. Mi abrigo. Mi abrazo. Mi olvido.
Solo tú sabes mi verdad. Mi única verdad.
Solo tú sabes quien soy...desnuda el alma y el cuerpo, sin secretos, sin disimulos, sin vergüenzas. No puedo ni quiero engañarte. Porque cada noche y cada mañana estamos solos tú y yo.
Porque, ahí, en mi lado de la cama...donde me enfrento cada noche con todo lo que soy...no hay nadie más.

Cierra fuerte los ojos!!

Esta noche no puedo dormir. Estoy dudando entre fumar un cigarro o tomar un chocolate muy caliente...olvido el chocolate. Camino despacio por mi casa, algunos rincones aún me son extraños. Pienso quien habrá vivido aquí, cuántas risas y cuántos llantos dormiran sobre estas paredes que pinté de distintos colores...como para borrar el pasado y comenzar una nueva vida.
Me vuelvo a sentar frente al ordenador y pienso. Tantos recuerdos se agolpan en mi cabeza que es dificil ordenarlos. Tantos sentimientos le acompañan a cada uno de ellos.
Y quiero escapar. Y escapo. Vuelvo atrás. Cuando el tiempo no pasaba, cuando mi vida estaba comenzando, cuando era tan inocente...
Y me acuerdo de ti, de ti y también de ti. De tantos como han dejado huella en mi vida. De tantos como he aprendido y de tantos de los que me queda por aprender.
Y pienso en que me quedará por vivir. No quiero equivocarme más...pero sé que volveré a hacerlo.
Me cuesta encontrar el momento en que empezó todo esto. El momento en que fuí consciente de mi misma, de mi existencia, de mi vida...Tal vez porque el primer recuerdo fué tan doloroso que huí de él durante muchos años. Nadie, nadie nunca debería empezar así.
A partir de ese día mi mente se abrió de par en par y comenzó a acumular vivencias, experiencias, sentimientos y se empezó a formar una persona. Como un trozo de maleable barro al que muchas manos van dando forma, a veces grotesca, a veces dulce y hermosa.
Las palabras me daban forma. Los actos me deformaban.
Los besos me volvian a construir. Las lágrimas a destruir.
Pero todas y cada una de las cosas que veía, tocaba, sentía, experimentaba...todas...han ido haciéndome lo que soy ahora.
Y así, soy tan imperfecta.
No quiero lastimar nunca...y lástimo. No quiero herir nunca...pero hiero.
Quisiera no arrepentirme de nada...pero me arrepiento. Y a la vez amo con tanta intensidad que eso hace que mi vida merezca la pena.
Porque a pesar de todo y de todos...amo. Con una fuerza incontrolable. Con una pasión sin medida. Con todo mi corazón.
Amo la luz que me despierta cada mañana porque con ella podré volver a verte. Amo el eco de tu voz porque me hace saber que estás aquí. Amo el sonido de tu risa, el sabor de tus besos, el calor de tus manos...tu compañía llena mi soledad...aunque no me mires, aunque no me hables, aunque solo duermas...
Amo a todo aquel que da sentido a mi vida. Me da igual su color, su tamaño, su pensamiento, su raza, su inteligencia...solo me hace sentir y eso es ya demasiado importante.
Y haceis que todo tenga sentido. Todo.
Ya no quiero buscar una explicación. Tengo mucho, infinitamente mucho más de lo que me merezco.
Pero esta noche no puedo dormir. Tendré que hacer lo que me decía mi madre cuando era muy pequeña...cerrar muy fuerte los ojos, acurrucarme en un lado de mi cama y soñar despierta hasta que el mismo sueño me venza.
Soñar...soñar...con todo aquello que tal vez nunca alcance, nunca vea, nunca viva. Y recordar...lo que alcancé, lo que ví, lo que viví...y por todo ello...dar gracias.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Averno

Cuando era pequeña...tenía miedo.
Miedo porque me decían una y otra vez que si me portaba mal acabaría yendo al infierno. Y el infierno debía ser algo feo, muy feo.
Intentaba portarme siempre bien, y la mayoría de las veces lo conseguía, pero al fin y al cabo era una niña con todo lo que ello conlleva...Fuí creciendo y el temor al castigo, si mis actos no eran aprobados, tambien crecía, pero seguía sin entender que era el infierno y porque sería mi final.
Tal vez eran las consecuencias de una educación católica o el mal uso que algunos educadores católicos le daban al asunto.
Poco a poco quise conocer ese sitio al que me decían que me llevaría mi destino, quise saber donde y como se llegaba al infierno, ya que iba a pasar en él toda una eternidad, que menos que enterarme por donde quedaba, al menos la dirección apróximada...y cual no fué mi sorpresa al darme cuenta de que no acabaría en él...que ya vivía en él!!! Y lo descubrí cuando te necesite a mi lado y no estabas...eso era un infierno. Lo descubrí cuando te hice daño y no conseguí tu perdón...eso fué un infierno. Cuando te fuíste de mi lado para siempre...Dios, que infierno!!!
Y lo descubrí cuando mis ojos me enseñaron las maldades de las que algunas personas son capaces. Cuando el hambre, el frío, la soledad y la pena calan tus huesos y todos te miran al pasar...y solo miran y pasan. Cuando ya tu cuerpo no es capaz de sentir más dolor porque ya éste te ha llegado al alma...
No queda tan lejos el infierno. No más lejos de aquella esquina donde te dejaron atado a tu suerte. No más lejos de aquella carretera en la que te arrojaron. No más lejos de aquel golpe que no te dolió tanto como su abandono...no, no queda tan lejos el infierno.
Y aún en tus ojos no hay odio, porque tu alma es tan limpia que es incapaz de sentirlo. Pero no todos lo ven...pocos lo ven.
No, no está tan lejos el infierno, cuando los demonios campan a sus anchas.
No basta con decirte que estoy a tu lado y que siempre lo estaré. No basta.
Y ahora me doy cuenta de que no terminaré en el infierno, que vivo en él cada vez que veo tu rostro, tu cuerpo...cada vez que escucho tu llanto...eso es el infierno para mi.
El no tener capacidad suficiente para eliminar a todos y a cada uno de los demonios. El ver que disfrutan con tu dolor. Maldita sea!!!
Y cuando un hombre es ultrajado...infierno. Cuando un niño es maltratado...infierno. Cuando una guerra acaba con la vida...infierno. Y tambien cuando tú eres despreciado...infierno. Porque tu tambien eres vida. Porque tú tambien tienes alma. Porque te amo.
Si pudiera le diría a todo aquel que me asustó de pequeña que ya sé lo que significa todo aquello. Que lo aprendí rápido. Y que termine donde termine...no podrá ser peor que todo esto.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Los agujeros de mi saco

Cada minuto que desperdicié lejos de tu lado. Cada abrazo que no dí. Cada beso que guardé. Cada sonrisa que disimulé. Cada mirada que aparté. Cada caricia que escondí...
Los agujeros de mi saco...por donde se han ido tantas cosas que quise hacer y no hice, por donde se escaparon tantos momentos y tantos sentimientos, los que pudieron llenar más aún mi vida.
Y ahora estoy aqui, con hilo y aguja, remendando este saco. La tela es dura, recia, áspera...duele cada puntada, pero voy a darlas...voy a remendar uno por uno cada agujero. Voy a hacerle fuertes las costuras, fuertes los remiendos, para que no pueda escapar ni el aire.
Porque pasa el tiempo y quiero que mi saco se llene hasta rebosar, que pierda por el filo y nunca más por el fondo. Que quepa de todo, para todos.
Porque ya no quiero perderme nada. Porque quiero sentirlo todo. Porque quiero que mi saco esté tan lleno que me cueste cargarlo...
Y el día que solo tenga mi saco para vestir tenga ropa suficiente para abrigarme. Y el día que solo tenga mi saco para comer que haya alimento para una vida entera. Que el día que solo tenga mi saco para beber...que sacie la sed de todos y cada uno que sienta sus labios secos.
Coseré y coseré este saco hasta que sangren mis dedos. Pero dejaré un pequeño agujerito, uno muy pequeñito...por donde pueda escapar el odio, el rencor, la venganza, la desesperanza, el hastío, la dejadez, el olvido...
Mi saco... que coseré con tus hilos.