Te tomo prestadas tus palabras, querido y reencontrado amigo, y te contesto desde mi pequeña atalaya, desde éste rinconcito que a veces odio y amo al mismo tiempo.
Porque no soy persona de expresarme con una sola palabra, porque quiero decir mucho y a veces no digo nada...pero aún así, aunque a veces enrede más que aclare, quiero hablarte.
Siempre he recordado aquellos años. Aquellos momentos en los que hablabamos, en los que reíamos y en los que compartíamos cosas que para mí fueron importantes, muy importantes y quedaron para siempre en el altillo de mis recuerdos, guardadas, para cuando las necesitara. Y las necesito más de una vez. Y cojo la escalera que me ayuda a elevarme y llegar hasta ese altillo, y abro la caja de la memoria y entre todas las cosas que encuentro, estas tú.
Y te recuerdo así, tal y como eras, tal y como veo que sigues siendo. Sigues teniendo todo lo que tenías cuando eramos casi unos niños, todo...más lo que te han ido dando los años. Han ido enriqueciendo tu vida, dándote y quitándote, cal y arena. Tú vida, la mía, y no dudo que las de todos los demás. Habrás visto, oido y sentido. Habrás experimentado cosas que no entraban en tus planes, igual que yo...igual que todos. Pero tú las ves, tal vez, de otra manera. Las cosas que te ocurren no pasan y ya está. Se quedan contigo, y a veces eso es un lastre muy pesado, muy pesado...pero si sabes sacarle partido, ese lastre se convierte en sabiduría, en experiencia, da forma a tus sentimientos y a tu manera de ser, y estoy segura de que tú sabrás como aprovecharlos al máximo.
No cambies lo hermoso que hay en tí...poténcialo. No olvides a quien te hizo daño...pérdonalo. Jamás borres de tu vida a quien te amó...
Todos y cada uno de los que forman parte de nuestras vidas, por corto o largo tiempo, todos...tienen algo que enseñarnos, que ofrecernos, que darnos o tal vez que quitarnos...pero todos tienen un sentido.
No te obligues a cambiar...ya no serás tú. Porque uno no cambia cuando quiere. Cuando uno se da cuenta, ya el cambio se ha producido, y no puedes volver el tiempo atrás; pero tu esencia se mantiene intacta, entera, pura...
Los años transcurren algunos buenos, otros no tanto, pero todos y cada uno de ellos enriquecen esa esencia. Todo es cíclico, y muchas cosas vuelven cuando menos nos las esperamos.
Nada está perdido de antemano. No es la actitud. Yo pienso tambien en lo que siento. Y siento lo que pienso. No somos tan distintos. Pero no me quiero privar de ninguna de las dos posturas. Porque pensar en lo que siento me ayuda a comprender muchas cosas. Y sentir lo que pienso me ayuda a seguir luchando.
Aparta lo que no te de. Y agarra fuerte lo que te sume. Y sigue siempre sumando. Tú sabrás como hacerlo.
Y sigue siendo tú, siempre tú...para todo el que te necesite, para todo el que te reclame, para todo el que quiera dejar abierta sus puertas para invitarte a entrar. Porque todo lo que eres le hace falta a alguien, mucha falta. Aunque no sepas quien, ni donde, ni cuando...pero haces falta. Y en cualquier momento sabrás a quien, en donde y cuando te necesitan, y tendrás que ser tú. Sólo tú.
Y a los que dañan, con actos o con palabras, ténles lástima...es lo único que merecen. A los que se creen en posesión de la verdad, a los "ombligos del mundo", a los "yo y solo yo", a los que racionan su amor y su compasión...a los que reducen el mundo a "su mundo"...ayúdales a abrir sus ojos, a comprender que el amor es la única fuente inagotable que poseemos y que por más que den, el corazón nunca se queda vacío.
Querido y reencontrado amigo, no tomes esto como consejo, porque no me gusta darlos, porque cada uno es libre de pensar y decir lo que quiera, y yo soy la menos indicada para aconsejar. Piensa que todo esto lo hemos hablado con un café por delante, un café bien caliente y humeante, en la última mesa de un bar...donde solo se pueden hablar estas cosas...dichas por dos paranoicos...
Querido y reencontrado amigo...siempre...besos y abrazos!
Querida Carmen. Gracias por introducirme en tu blog, tu ventana al mundo, tu atalaya. Como tú dices, es como una conversación de cafetería, no salvaremos el mundo con nuestras conversaciones, pero pasaremos el rato expresándonos. A veces pienso que si fuese un animal huiría del ser humano. Será que estoy en un momento pesimista... tal vez sean las fechas que se avecinan, o tal vez un mal día. Lo que si me he dado cuenta es que para ser uno debe poner mucho de su parte. Un beso.
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