A veces tan frío y a veces tan cálido. Nido de risas y de llantos. Cómplice secreto de mis sueños, de mis ganas, de mis amores y mis odios, de mi esperanza y de mi derrota.
Compañero nocturno de mis inquietudes. Amigo leal ante mi desconsuelo. Perfecto oyente, silencioso y paciente, de mis planes y proyectos. Eterno hombro donde apoyar mi cabeza...siempre presente, siempre dispuesto.
Mi refugio. Mi pedacito de mundo. Mi abrigo. Mi abrazo. Mi olvido.
Solo tú sabes mi verdad. Mi única verdad.
Solo tú sabes quien soy...desnuda el alma y el cuerpo, sin secretos, sin disimulos, sin vergüenzas. No puedo ni quiero engañarte. Porque cada noche y cada mañana estamos solos tú y yo.
Porque, ahí, en mi lado de la cama...donde me enfrento cada noche con todo lo que soy...no hay nadie más.
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