domingo, 26 de septiembre de 2010

Hablar por hablar

Y no me refiero al famoso programa de radio, al que confieso estuve enganchada hace años, y del cual me desenganché (afortunadamente).
Hablar por hablar...lo hacemos todos. Y tal vez nuestras palabras estén llenas de verdaderas intenciones sobre lo que decimos, y otras veces sean una película que nosotros mismos queremos creer.
Hablamos de nosotros, de ellos, de aquellos y de los de más allá.
Hablamos de los malos y de los buenos con unas apreciaciones personales y una subjetividad dificil de comprender para otros que no piensan igual.
Hablamos de lo imposible, de lo factible, de lo cotidiano, de lo extraordinario. De lo que pudo haber sido y no fué. De lo que sabemos cierto que jamás será, pero aún así, soñamos con que sea. Hablamos sin saber, con conocimiento de causa, desde lejos y desde cerca. Desde nuestra atalaya, hablamos.
Hablamos del hambre en el mundo mientras llenamos nuestros cubos de basura de alimentos.
Hablamos de cuanto deseamos la paz en el mundo (deseo indiscutible de toda top-model), mientras le declaramos la guerra a nuestro propio vecino.
Hablamos de que no hay trabajo apoyados en la barra de un bar (siempre me pregunto si tanto da el paro pa pagar tanta cerveza).
Hablamos del tercer mundo (odio que haya un primer y un segundo) mientras desperdiciamos tiempo y dinero.
Hablamos de lo injusto del maltrato y pasamos de largo ante los maltratados.
Y proclamamos "yo no he matao a nadie" como si eso nos eximiera de todo.
Hablamos como si tuviesemos derecho a todo, como si no tuviesemos obligación de nada.
Y siempre el que habla...es el que más tiene que callar.
Escuchemos a los mudos. Ellos si que tienen cosas que decir.
Y son mudos no porque no puedan hablar, si no porque sus voces no son escuchadas. Son silenciadas porque no interesa oirlas. Porque dicen verdades como puños que harían poner nuestra cara colorá como un tomate de Rota. Porque no pierden su tiempo como lo perdemos nosotros en hablar por hablar. Porque no hablan...actúan. Y sus actos podrán ser bien o mal vistos ante nuestros ojos...pero actúan.
Y actúan para que nosotros podamos hablar...de ellos. Para que podamos seguir hablando...por hablar.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Lo hicimos todos.

Dónde habrá ido a parar tu alma? Porque sé que la tenías. Tal vez la mía vaya a parar al mismo lugar donde ahora estés tú. Porque al fin y al cabo algo nos unirá siempre, aunque no quisiste, aunque no quise...
Qué pasó? Porqué jamás me dijiste nada de lo que necesitaba oir? Porqué fuiste tan frío, tan distante...?
Ya nunca lo sabré. Pero me quedará tiempo aún para seguir preguntándome porqué, y para no hallar respuesta.
Tanto tiempo sin ver la luz, tanto tiempo buscando la salida...hiciste que se derrumbara todo mi mundo, hiciste que el miedo fuera mi compañero y que las noches y los días fuesen igual de oscuros. Lo hiciste tú? Lo hicimos todos.
Tengo la esperanza de que algún día sabré si mi risa te hizo feliz en algún momento. Tengo la esperanza de algún día saber si me quisiste... Cuanto me hubiese gustado oirlo de ti...
Siento tanto no poder recordarte de otra forma...Porqué no me dejaste? Porqué me negaste? Porqué me apartaste de ti?
Algún día hablaremos de todo esto. Lo sé.
Quiero entenderlo. Quiero que me entiendas.
Has visto lo que hice, verdad? Lo que necesitaba nunca lo tuve, ahora no quiero nada. Mi lucha no es esa. Está bien así. Fué tu decisión.
Ya no tienes prisa. Ya no te irás a ninguna otra parte.
El día que hablemos...lo entenderemos.
Espérame, allí donde estés...más tarde o más temprano...llegaré.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Déjame...

No quiero ni voy a cambiar. Porque simplemente no puedo, porque simplemente no me da la gana.
Tan harta estoy de escuchar razones sin razón...Pero qué más te da? Déjame sentir como siento. Déjame llorar por él. Déjame que suelte toda mi rabia, toda mi impotencia, todo mi desprecio, déjame...
Que no me importa que me juzguen, que no me importa que se rian de mi, que no me importan las humillaciones que he tenido que soportar, que no me importa...
Que me importan ellos porque lo siento asi y negarlo sería negar mi esencia, uno de los motores de mi vida, mi pena y mi alegría, mi llanto y mi risa, mi desgracia y mi felicidad.
Y si dedico todo el tiempo que puedo a ellos...déjame. Qué más te da?
Si ellos me llenan la vida, ellos me enseñan, me educan, me reconfortan, me hacen sentirme tan viva...
Son mi ejemplo, mi lucha, su libertad es mi sueño, su felicidad la mia.
Nunca me cansaré de amarles, de respetarles, porque lo merecen y porque quiero.
Aprendí una vez a leer en sus ojos y jamás encontraré una lectura más hermosa. Aprendí a escuchar sus voces y jamás oiré una música mejor.
Y como, para lo bueno y lo malo, soy animal humano, como tal me equivoco y poseo todas las miserias que lo caracterizan y muy poquitas virtudes. Y siento odio y deseos de venganza ante lo que me parece injusto. Y siento una rabia que me come las entrañas. Y me siento tan impotente porque mis manos no pueden hacer más...
Pero mi voz solo la apagará el eterno silencio. Porque mientras...gritaré por vosotros. Porque mis sueños solo se perderán cuando yo me pierda. Y mientras me quede un minuto de vida, será para seguir luchando por vosotros.
Vivo así porque quiero, porque una vez me dí cuenta de lo que llenaba mi alma y me niego a vaciarla.
Asi que...déjame...Déjame vivir mi vida, que tú ya tienes la tuya.

Para todos mis compañeros animalistas. Hasta el fin.

martes, 7 de septiembre de 2010

Septiembre

Y parece que todo debe empezar de nuevo. Como si estos meses de calor sofocante, playa y flojera hubiesen sido solo un sueño en tu mente, algo irreal...y ahora vas y plaf!! despiertas y ya estamos en septiembre.
Hay que ponerse serios. Trabajar. Poner las cuentas en orden. Arreglar la ropa del armario. Puesta a punto, como los coches. Y volver a empezar...empezar qué? Para mi todo sigue igual...excepto la esperanza de que este calor sofocante está dando sus últimas coleadas...por lo demás...todo sigue igual.
He tenido que trabajar con 40 grados, (que se me hacian un verdadero infierno entre secadores y vahos irrespirables de tintes...), ir a la compra, hacer la comida, poner la lavadora, tender, planchar, limpiar la casa (la tarea más desagradecida del mundo), aguantar insoportables conversaciones sobre MariPili y BorjaMari...también pasear las noches ardientes por la orilla de la playa, bañarme en el mar...pero exceptuando el mar...arrancar la hoja caduca del calendario donde reza AGOSTO no va a suponerme ningún cambio.
Antes sí. Cuando acostarme más tarde de las 10 era una aventura; cuando jugar en el patio de mi casa, aún estando oscuro estaba permitido; cuando no tenia que levantarme para ir a clase, hacer la tarea y llevar uniforme; cuando veía como una liberación no aguantar a las monjas durante un largo tiempo; cuando me enamoraba del primer niño que pasaba porque el verano sin amor no era verano...cuando me quedaba hasta las tantas en las fiestas de mi barrio, jugando a las cartas sentada en el suelo; cuando tener 500 pesetas ahorradas era ser rica; cuando el aprendizaje de la vida era tan brutal que daba vértigo....entonces llegaba septiembre y todo cambiaba...todo empezaba de nuevo...
Ahora todo pasa tan rápido...tan rápido.
Hice una bola de papel con la hoja caduca que rezaba AGOSTO, mientras recordaba las sensaciones de hace ya muchos años...y ante mis ojos apareció una nueva hoja...SEPTIEMBRE...pero no sentí nada distinto, solo pensé...pensé y pensé...