jueves, 16 de septiembre de 2010

Déjame...

No quiero ni voy a cambiar. Porque simplemente no puedo, porque simplemente no me da la gana.
Tan harta estoy de escuchar razones sin razón...Pero qué más te da? Déjame sentir como siento. Déjame llorar por él. Déjame que suelte toda mi rabia, toda mi impotencia, todo mi desprecio, déjame...
Que no me importa que me juzguen, que no me importa que se rian de mi, que no me importan las humillaciones que he tenido que soportar, que no me importa...
Que me importan ellos porque lo siento asi y negarlo sería negar mi esencia, uno de los motores de mi vida, mi pena y mi alegría, mi llanto y mi risa, mi desgracia y mi felicidad.
Y si dedico todo el tiempo que puedo a ellos...déjame. Qué más te da?
Si ellos me llenan la vida, ellos me enseñan, me educan, me reconfortan, me hacen sentirme tan viva...
Son mi ejemplo, mi lucha, su libertad es mi sueño, su felicidad la mia.
Nunca me cansaré de amarles, de respetarles, porque lo merecen y porque quiero.
Aprendí una vez a leer en sus ojos y jamás encontraré una lectura más hermosa. Aprendí a escuchar sus voces y jamás oiré una música mejor.
Y como, para lo bueno y lo malo, soy animal humano, como tal me equivoco y poseo todas las miserias que lo caracterizan y muy poquitas virtudes. Y siento odio y deseos de venganza ante lo que me parece injusto. Y siento una rabia que me come las entrañas. Y me siento tan impotente porque mis manos no pueden hacer más...
Pero mi voz solo la apagará el eterno silencio. Porque mientras...gritaré por vosotros. Porque mis sueños solo se perderán cuando yo me pierda. Y mientras me quede un minuto de vida, será para seguir luchando por vosotros.
Vivo así porque quiero, porque una vez me dí cuenta de lo que llenaba mi alma y me niego a vaciarla.
Asi que...déjame...Déjame vivir mi vida, que tú ya tienes la tuya.

Para todos mis compañeros animalistas. Hasta el fin.

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