lunes, 25 de julio de 2011

En tus manos

La sensación de que tienes su vida en tus manos y que entre ellas se escapa...es desesperante. Mirar su cuerpo, sus ojos...y suplicarle que no se vaya...todavía no...y solamente poderle dar una última caricia, una última mirada de amor...una última palabra. Y que su último hilo de vida quede ahi, enredado entre tus dedos, mojado entre lágrimas de impotencia, de rabia hacia el desalmado que se llevó, en las ruedas de su coche y sin mirar atrás, una vida. La misma que tú agarras, la misma por la que tú suplicas, por la que lloras, la misma que tú hubieses querido salvar...Somos asi de diferentes...lo que alguien mata, otro ama. Y esta noche has vuelto a sentirlo. Y lo sentirás muchas más veces, durante toda tu vida. Por mucho que luchemos porque esto no ocurra, sabemos que seguirá ocurriendo. Pero se que no cambiarás. Se que no lo harás. Podrán cambiar muchas cosas en tu vida, pero esto no.
No podrás deshacerte nunca de este sentimiento que nació contigo, y contigo morirá.
Y ahora soy yo la que te suplico, te ruego, que aunque estés cansado, no te rindas.
Que aunque te duela, no desfallezcas. Que ojalá hubiese podido estar a tu lado para, al menos, compartir tus lágrimas. Las que pocos entienden, de las que muchos se rien...pero lo que provoca esas lágrimas es la salvación de muchos.
Quiero decirte ahora y desde aqui, que te admiro, por muchas cosas. Admiro tus fuerzas, admiro tu lucha, admiro tus ganas, tu coraje, tus sentimientos...admiro que sientas como sientes, que ames como amas, admiro que a pesar de todo y de todos sigas adelante.
Has significado, significas y significarás mucho, más de lo que crees en la vida de tantos que han estado en tus manos. Manos que les han dado amor, caricias, alimento y calor cuando otros no quisieron darselo, manos que les han acompañado en los mejores y los peores momentos, en la vida y en la muerte de tantos seres que permaneceran en tu memoria y en tu corazón el resto de tu vida.
Bendito el día que Alex y Flor aparecieron en mi vida, porque gracias a ellos, entré en la tuya y tú en la mía.
Siempre tendré que agradecerle a los animales que me hayan dado tanto, y espero que me sigan dando.
Me dieron la oportunidad de conocer cosas maravillosas, de aprender que los sentimientos no tienen límite, de reir, de llorar, de sentir...y de conocerte.
Gracias a ellos. Gracias a ti.
Por eso, aunque esta noche no haya sido una buena noche, debes seguir...por todas las que vendrán, por todos los que vendrán. Para los que serás su estrella, su guía, su luz...Por los que serás el camino hacia una vida mejor, como tantas veces has sido.
Ellos unen muchas cosas, como han unido nuestras vidas, por ellos y para ellos.
Quisiera estar siempre ahi, como estás tú. Y sentir lo que sientes, y vivir lo que vives, y luchar siempre por ellos...
Ojalá pudiera llegarte mi mano, como le ha llegado la tuya esta noche a quien la ha necesitado...ojalá pudiera llegarte mi voz para poder decirte: "sigue adelante, siempre adelante", y en ese camino dejame un huequito a tu lado...para poder acompañarte.

sábado, 23 de julio de 2011

Nublado.

Hoy no es un día diferente. Es como otro cualquiera. Amaneció...y luego atardecerá y anochecerá...como siempre. Hoy cuesta ver el sol, porque las nubes lo tienen escondido tras ellas. Como si lo abrazaran entre todas y no le dejaran salir. Pero aún así él es más fuerte y deja ver su luz, a través de ellas. Una luz más suave, menos cegadora, una luz que no da tanto calor como ayer...pero, al fin y al cabo, luz.
Hoy no es un día diferente. Es como otro cualquiera. Pero hoy me siento como como ese sol. No se exactamente qué es lo que me abraza y no me deja salir. No se tras qué me escondo, o quien me esconde...pero me siento como ese sol. Me gustaría brillar, sentirme brillar, pero tambien hay nubes a mi alrededor que me ocultan y yo no soy tan fuerte como el sol, no puedo dejar ver mi luz, está apagada, ciega, oculta.
Hoy estoy como el día...nublada. Nublados los sentimientos, nubladas las esperanzas, nublados los sueños, nubladas las ilusiones. Me pesan estás nubes sobre mi, porque son nubes de tormenta, a veces más claras a veces negras, pero nubes de tormenta.
Cuando acabe el día, y en la noche se confundan los colores...buscaré. Una respuesta. Una salida. Un nuevo amanecer. Cuando en la noche, todos los gatos sean pardos, saldré a buscar mi camino. La luz del día me ciega y no puedo encontrarlo. Buscaré esta noche...cuando todo se apague. Cuando todo esté quieto. Cuando esté sola, solamente conmigo. Y hablaremos. Mi día y mi noche hablarán. Y se contaran porqué son tan dispares, porqué tan diferentes, porqué tan opuestos. Y se preguntarán que hacer para encontrar lo que buscan. Y se dirán tantas cosas que no saben uno del otro. Y se descubrirán otras tantas cosas que están ocultas. Y yo estaré esperando a que se pongan de acuerdo. Mi día y mi noche. Observaré quieta y callada. Intentaré no decir nada...nada...Aunque mi alma duela y queme. Aunque quiera, aunque pueda...tal vez lo mejor será no decir nada. Esperaré...
Y mientras hablan...buscaré...escuchando sus voces en lo más profundo, me guiarán el camino, el camino que yo no quiero encontrar.
Porque se que destrozaré mis pies a cada paso. Porque no tengo zapatos, y el sendero es duro y frio, lleno de piedras, lleno de barro...
Y voy a necesitar que estés a mi lado...pero no estarás. Por eso tengo que buscar...tengo que buscar. Aprender de nuevo. Empezar de nuevo. Continuar...
Quiero que llegue la noche, y confundir colores. Quiero no darme cuenta que sigue nublado. Quiero que se apague el sol, del todo. Quiero encontrarme conmigo. Quiero tener una cita conmigo...una cita sin cena, sin velas, sin vino...un cita en la que solo esté yo...tengo que aprender asi, tiene que ser asi.
En la noche encontraré el abrigo, el consuelo, el abrazo...En la noche encontraré lo que busco...me perderé entre las sombras, entre los mudos sonidos, entre los cálidos escalofrios de tu recuerdo...
No se que día hará mañana...tal vez siga nublado...tal vez brille el sol con fuerza. No se como será mañana...volverá esta maldita incertidumbre...volveré a esconderme tras las nubes, volverá a asfixiarme el peso de ellas sobre mi. Y volveré a esperar la noche, donde volveré a escaparme a buscar, donde volveré a confundir colores, donde volveré a estremecerme con los cálidos escalofrios de tu recuerdo.
Apaga...apaga la luz...cerraré mis ojos...acudiré a mi cita. Necesito encontrarte...

jueves, 21 de julio de 2011

Atada

Llevo casi un mes abriendo mi página de "creación de entradas"...y no creo nada. La abro y la cierro, casi todos los días. En mi cabeza hierven millones de ideas y en mi corazón millones de sentimientos...pero no puedo crear nada...nada.
Como si las palabras se me hubieran olvidado. Como si ya no supiera ni escribirlas...Saltan dentro de mi, confundíendome. Me llevan hacia un sitio, hacia otro, aparecen y desaparecen como por arte de magia...y no puedo crear nada...nada.
Solo siento. Y son tan enormes los sentimientos que no existen las palabras para expresarlos. Duelen. Queman. Torturan. Pero a la vez no se que haría sin ellos.
Como si viviese en una espiral dando vueltas sin encontrar un camino. Como si me hubiese perdido en un laberinto en el que no puedo encontrar la salida. Y lo único que puedo hacer es esperar...esperar...y esperar, aunque no se ni lo que espero.
Espero que todo cambie? Qué cambie el qué? Qué cambie quién? Tal vez sería yo la que debería cambiar. Dejar de dar vueltas en esta espiral, decidir seriamente que tengo que buscar la salida en este laberinto, dejar de esperar...Liberarme...liberarte.
Volver al principio. Pensar que todo ha sido un sueño. Despertar mañana con la convicción de que es lo correcto. Que voy a hacer lo correcto...si supiera donde está, qué es, como encontrarlo, como decidirme, ver claramente lo correcto...Quisiera hacerlo, con todas mis fuerzas...pero no puedo.
Estoy cansada...de todo. Quisiera dormir...mucho. No despertar en mucho tiempo y cuando lo hiciera todo hubiese cambiado. Pero no será asi. Mañana amanecerá un nuevo día y volveré a encontrarme conmigo misma ante el espejo, y volveré a hacerme las mismas preguntas, las mismas...un día tras otro, un amanecer tras otro, un anochecer tras otro. Y no querré contestarme. Huiré de nuevo. No querré mirarme a los ojos y decirme que, en realidad, solo tengo que hacerlo...solo hacerlo.
Pero no lo haré. Se que no lo haré.
Y saldré de nuevo a la calle buscándote en cada esquina. En cada sonrisa. En cada mirada. Siguiendo tu rastro como un animal...sumergiendo mi hocico en cada bocanada de aire, por si alguna de ella me trajese tu olor y asi poder encontrarte...
Y así transcurrirá el día. Y llegará la noche. Y volverá de nuevo a amanecer...y volverá todo a ser igual. Y no estarás. Y te seguiré buscando. Y me tendré que conformar con desear, con esperar, con soñar...
Y se que tengo que arrancarme este puñal que yo sola me clave en el alma, pero está tan dentro, tan dentro...que se que cuando lo arranque me desgarrará, y se que el dolor será tan grande que se volverá insoportable...y por eso espero, porque tengo miedo, mucho miedo. Y sigo esperando, a que algo cambie, a que todo cambie...Para poder liberarme, para poder liberarte...Y se que no lo haré, porque esta cárcel es el lugar donde quiero estar, tus cadenas son las cadenas que me mantienen viva, cumpliré mi condena hasta el último día de mi vida, y cuando me libere, cuando te libere...cuando mi condena acabe...tal vez camine de nuevo, tal vez respire de nuevo, pero me costará mucho caminar, me costará mucho respirar...Porque solo tu camino es el que quiero andar. Solo tu aire el que quiero respirar. Déjame asi, atada...encadenada...a lo único que me da vida...a ti.