jueves, 21 de julio de 2011

Atada

Llevo casi un mes abriendo mi página de "creación de entradas"...y no creo nada. La abro y la cierro, casi todos los días. En mi cabeza hierven millones de ideas y en mi corazón millones de sentimientos...pero no puedo crear nada...nada.
Como si las palabras se me hubieran olvidado. Como si ya no supiera ni escribirlas...Saltan dentro de mi, confundíendome. Me llevan hacia un sitio, hacia otro, aparecen y desaparecen como por arte de magia...y no puedo crear nada...nada.
Solo siento. Y son tan enormes los sentimientos que no existen las palabras para expresarlos. Duelen. Queman. Torturan. Pero a la vez no se que haría sin ellos.
Como si viviese en una espiral dando vueltas sin encontrar un camino. Como si me hubiese perdido en un laberinto en el que no puedo encontrar la salida. Y lo único que puedo hacer es esperar...esperar...y esperar, aunque no se ni lo que espero.
Espero que todo cambie? Qué cambie el qué? Qué cambie quién? Tal vez sería yo la que debería cambiar. Dejar de dar vueltas en esta espiral, decidir seriamente que tengo que buscar la salida en este laberinto, dejar de esperar...Liberarme...liberarte.
Volver al principio. Pensar que todo ha sido un sueño. Despertar mañana con la convicción de que es lo correcto. Que voy a hacer lo correcto...si supiera donde está, qué es, como encontrarlo, como decidirme, ver claramente lo correcto...Quisiera hacerlo, con todas mis fuerzas...pero no puedo.
Estoy cansada...de todo. Quisiera dormir...mucho. No despertar en mucho tiempo y cuando lo hiciera todo hubiese cambiado. Pero no será asi. Mañana amanecerá un nuevo día y volveré a encontrarme conmigo misma ante el espejo, y volveré a hacerme las mismas preguntas, las mismas...un día tras otro, un amanecer tras otro, un anochecer tras otro. Y no querré contestarme. Huiré de nuevo. No querré mirarme a los ojos y decirme que, en realidad, solo tengo que hacerlo...solo hacerlo.
Pero no lo haré. Se que no lo haré.
Y saldré de nuevo a la calle buscándote en cada esquina. En cada sonrisa. En cada mirada. Siguiendo tu rastro como un animal...sumergiendo mi hocico en cada bocanada de aire, por si alguna de ella me trajese tu olor y asi poder encontrarte...
Y así transcurrirá el día. Y llegará la noche. Y volverá de nuevo a amanecer...y volverá todo a ser igual. Y no estarás. Y te seguiré buscando. Y me tendré que conformar con desear, con esperar, con soñar...
Y se que tengo que arrancarme este puñal que yo sola me clave en el alma, pero está tan dentro, tan dentro...que se que cuando lo arranque me desgarrará, y se que el dolor será tan grande que se volverá insoportable...y por eso espero, porque tengo miedo, mucho miedo. Y sigo esperando, a que algo cambie, a que todo cambie...Para poder liberarme, para poder liberarte...Y se que no lo haré, porque esta cárcel es el lugar donde quiero estar, tus cadenas son las cadenas que me mantienen viva, cumpliré mi condena hasta el último día de mi vida, y cuando me libere, cuando te libere...cuando mi condena acabe...tal vez camine de nuevo, tal vez respire de nuevo, pero me costará mucho caminar, me costará mucho respirar...Porque solo tu camino es el que quiero andar. Solo tu aire el que quiero respirar. Déjame asi, atada...encadenada...a lo único que me da vida...a ti.

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