miércoles, 28 de noviembre de 2012

Lugares....

¿He vuelto al mismo lugar?. Miro a mi alrededor y me suena este paisaje. Los colores vuelven a pintarse con parecida calidez, los olores vuelven a sentirse con parecida intensidad...¿He vuelto al mismo lugar? Sigo mirando a mi alrededor y me sigue sonando este paisaje. Creo que soy yo la que no suelta la cuerda, para no perderme en el laberinto. Creo que soy yo la que sigue derramando migas de pan por el camino nuevo, para siempre poder volver al lugar de donde partí, pero a veces se me olvida que los pájaros tienen hambre y que al girar mi cabeza puede ser que no vuelva a encontrar las migas que indiquen el camino de vuelta a casa. ¿Es este el mismo lugar? Voy a observar. Como una niña pequeña, curiosa, con movimientos lentos por el miedo a encontrar lo que creo que busco. En un diminuto hueco donde nadie me vea, me esconderé, y observaré. Y cuando se haga de noche, seguro me asustaré. Y cuando llueva, seguro buscaré refugio. Y cuando queme el sol, seguro buscaré una sombra. Intentaré sobrevivir de nuevo. Al fin y al cabo es lo que intentamos a diario. Por eso...¿he vuelto al mismo lugar? ¿Es este el mismo lugar?... Necesito algún tiempo para saberlo. Al final me siento como un animal buscando su presa, como un vampiro sediento de sangre, como la tierra seca esperando la lluvia... En este lugar no hay espejos, porque duele mucho ver el reflejo de uno mismo. Tal vez la causa de mi suerte fué que los rompí la primera vez, y mi propia imagen hecha pedazos es la que me persigue como si yo ahora fuera la presa del animal, la sangre que saciará la sed del vampiro, la lluvia que cae sobre la tierra... La impaciencia y la calma están en guerra en cada uno de los trozos de cristal que aún siguen por el suelo, con mi imagen hecha trizas, con pequeñas piezas sin encajar, sin poder fabricar una sola forma, sin poder ver entero mi reflejo. Y si es que aún no sé quien soy? Y si es aún peor? Y si resulta que soy como refleja ese espejo...Trozos. Pedazos. Piezas. Pequeñas partes de un todo que jamás conoceré realmente. He encontrado un árbol hueco. El sitio es lo suficientemente grande para esconderme y pasar la noche. Hace rato que dejé de derramar migas en el camino... Tal vez es que inconscientemente no quiero volver a casa...

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